Condiciones para que Ecuador obtenga su primer crédito RSF del FMI
El Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS o RSF por sus siglas en inglés), al que Ecuador puede acceder, es una línea de crédito nueva que el FMI otorgará recién desde 2022.
A cuatro meses de que Ecuador accedió a un préstamo Servicio Ampliado del Fondo Monetario Internacional (FMI) o SAF, el Gobierno de Daniel Noboa estaría haciendo acercamientos con el multilateral para un segundo crédito, según trascendió este 30 de septiembre de 2024.
Ni el Gobierno ni el FMI lo han confirmado aún. Sin embargo, el director del hemisferio occidental del FMI, Rodrigo Valdés, ya había adelantado en marzo de 2024 que era probable que el Gobierno de Noboa acceda a dos préstamos del multilateral.
El primero, un crédito tipo SAF por USD 4.000 millones, con desembolsos previstos hasta 2027, ya se concretó en mayo de 2024, y comenzó con un primer desembolso de USD 1.000 millones en junio de 2024.
Y el segundo crédito disponible para Ecuador, según dijo Valdés en marzo pasado, es el de Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS o RSF por sus siglas en inglés) que es el que posiblemente el Gobierno de Noboa estaría buscando concretar.
Ecuador podría recibir alrededor de USD 1.348 millones
Según el FMI, el monto máximo que puede recibir un país en este programa de crédito de resiliencia es hasta el 150% de su cuota de Derechos Especiales de Giro (DEG) o hasta 1.000 millones de DEG, el valor que sea menor entre estos dos. La cuota DEG de Ecuador es de 697,7.
Los DEG son un activo que tienen los países miembros del FMI. Aunque no son una moneda, su valor se basa en una cesta de cinco monedas: el dólar de Estados Unidos, el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina.
Al 30 de septiembre de 2024, los 1.000 DEG equivalen a USD 1.348,6 millones.
Así que, en el caso de Ecuador, el 150% de su cuota equivale a 1.046,5 DEG, por lo que el monto máximo que podría recibir el Gobierno de Noboa si accede a este tipo de financiamiento es de USD 1.348,6 millones, con la cotización actual de DEG.
Si se concreta este préstamo, Ecuador habrá adquirido una deuda de USD 5.348,6 millones con el FMI en la corta administración del Gobierno de Noboa.
Las condiciones serían más cómodas
El crédito de Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad resultaría más liviano para Ecuador si se compara con las condiciones del crédito de Servicio Ampliado del FMI (SAF), dice el exministro de Finanzas, Daniel Lemus.
El plazo para pagar el Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad es de 20 años, con un período de gracia de 10 años y medio, durante el cual no se reembolsa el capital; es decir, solo se pagarían los intereses.
Hay tres tipos de tasas de interés, según el grupo al que pertenezca el país. En el caso de Ecuador, está en el grupo C, con lo que la tasa de interés sería de 1,45% anual.
En contraste, la tasa que tiene el más reciente préstamo SAF es de 7% anual y se tiene que pagar a un plazo más corto, de 10 años, con cuatro años de gracia en los que no se paga el capital, sino solo los intereses.
Otro beneficio es que este nuevo préstamo no haría que Ecuador tenga que pagar más sobre cargos, conocidos como «surcharges», agrega Lemus.
Se trata de recargos que cobra el Fondo cuando el endeudamiento del país es elevado y prolongado, «para desalentar el uso amplio y prolongado de los recursos del Fondo».
Y Ecuador, que está en el grupo de los 10 países que más dinero le deben al FMI, ya paga estas sobretasas.
¿Qué tan viable es que Ecuador reciba este nuevo crédito?
Uno de los requisitos para recibir este crédito es que el país tenga otro programa de crédito con el FMI vigente. De ahí que Ecuador es apto para buscar este nuevo financiamiento, que implica recursos de libre disponibilidad; es decir, el Gobierno no está condicionado a usar el dinero en determinados proyectos.
Entonces, si se concreta, esta sería la primera vez que Ecuador accedería a este tipo de programa con el Fondo, pero sería el crédito 24 para el país si se toman en cuenta el resto de créditos que ha recibido Ecuador del multilateral, que hasta ahora han sido de tipo Stand by, Instrumento de Financiamiento Rápido y SAF.
Lemus explica que el RSF es un tipo de crédito que también se analizó en el gobierno de Guillermo Lasso, pero no se concretó porque el entonces presidente no pudo terminar su período.
Por eso Lemus considera que será un desafío para el Gobierno de Noboa concretar este nuevo crédito tomando en cuenta que en febrero de 2025 habrá elecciones presidenciales en Ecuador.
«El FMI busca que los acuerdos que se firman se cumplan, por eso no suele arriesgarse a negociar con gobiernos que están de salida, en este caso, ya se acercan las elecciones, pero nada está dicho, eso es decisión del multilateral», añade.
Otro desafío es que los desembolsos del crédito RSF se realizarán a la par del otro crédito ya vigente; en este caso, al crédito SAF vigente desde mayo de 2024.
Y según el cronograma del FMI, entre octubre y noviembre está previsto que el multilateral anuncie si aprueba el segundo desembolso del crédito ya vigente, que llegaría en diciembre de 2024.
Pero aprobar el nuevo crédito tomaría tiempo. De ahí que lo más probable sería que, de aprobarse el nuevo programa, el primer desembolso sea en marzo de 2025, pues en ese mes es cuando está previsto un desembolso del crédito SAF ya vigente.
En marzo de 2025 el país estará en plena campaña de segunda vuelta presidencial y el 13 de abril sería ya la votación de la segunda vuelta. Con lo que el dinero de los siguientes desembolsos los recibiría el siguiente Gobierno.
¿Es necesario un nuevo crédito con el FMI?
El Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad es una línea nueva que el FMI creó recién en 2022, luego del período más duro de la pandemia de Covid-19, explica Lemus.
Se trata de un crédito pensado para que los países implementen reformas que ayuden a reducir los riesgos en la economía asociados con el cambio climático y las pandemias.
De ahí que en este contexto, el Gobierno podría buscar acceso a este mecanismo con medidas relacionadas a los problemas de sequía que están golpeando al país, añade.
Al igual que el crédito SAF ya vigente, los desembolsos de este nuevo préstamo también estarían condicionados a que el Gobierno implemente reformas estructurales relacionadas con cambio climático o preparación para pandemias.
Y podría ser complicado que el Gobierno realice reformas en las que tenga que decidir también la Asamblea Nacional, porque Noboa ya no cuenta con el apoyo legislativo con el que contaba cuando comenzó su gestión, dice Lemus.
Fuente: Primicias