Superintendencia actualiza requisitos para auditoría externa en 2025
La Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros (SCVS) introdujo una reforma relevante al Reglamento sobre Auditoría Externa que modifica los valores que determinan qué empresas deberán auditar sus estados financieros a partir del ejercicio económico 2025. Con la nueva resolución, los montos ya no se expresan en dólares fijos, sino en múltiplos del Salario Básico Unificado (SBU), lo que permitirá que el requisito se ajuste automáticamente cada año según la variación salarial nacional.
Este cambio normativo responde a la necesidad de contar con criterios más actualizados, flexibles y adecuados a la realidad económica del país. Además, busca garantizar mayor transparencia financiera y fortalecer los mecanismos de control societario para compañías de distintos tamaños y sectores.
Requisitos según tipo de entidad
La reforma establece los siguientes valores mínimos de activos para que una empresa esté obligada a auditar sus estados financieros anuales:
Compañías con participación pública, social o mixta
Incluye compañías anónimas, de economía mixta y sociedades por acciones simplificadas (SAS) con participación estatal directa o indirecta.
Antes: USD 100.000
Nuevo valor: 273 SBU, equivalentes a USD 128.310 en 2025.
Sucursales de compañías extranjeras
Aplica para empresas extranjeras que operan en Ecuador bajo figura de sucursal.
Antes: USD 100.000
Nuevo valor: 273 SBU (USD 128.310).
Compañías anónimas, de responsabilidad limitada, en comandita por acciones y SAS privadas
Empresas de capital privado sin participación pública.
Antes: USD 500.000
Nuevo valor: 1.366 SBU, equivalentes a USD 642.020 en 2025.
Empresas que presentan estados financieros consolidados
Mantienen la obligación general, independiente del monto de activos.
Estos valores aplican únicamente para estados financieros del ejercicio 2025 en adelante. Para ejercicios anteriores se conservan los montos fijados en la Resolución SCVS-INC-DNCDN-2021-0012.
¿Por qué cambia el mecanismo de cálculo?
Anteriormente, los valores estaban establecidos en dólares. Este sistema tenía una desventaja evidente: con el paso del tiempo, la inflación y los cambios económicos hacían que los montos se desactualizaran rápidamente.
Al expresarlos ahora en SBU:
El requisito se ajusta automáticamente cada año.
Se mantiene alineado con la evolución económica del país.
Se evita un desfase entre el tamaño real de las empresas y sus obligaciones societarias.
En palabras simples, el nuevo esquema permite que la obligación de auditar no dependa de cifras estáticas, sino de un indicador que evoluciona anualmente.
¿Qué efectos tiene para las empresas?
Este cambio genera un impacto directo especialmente en empresas medianas que, por efectos de crecimiento natural, podrían superar más fácilmente los valores establecidos. Esto implica que:
Más compañías podrían quedar dentro del requerimiento de auditoría externa.
Se incrementará la supervisión formal y la revisión independiente de estados financieros.
Las empresas deberán mantener un control más cuidadoso de su volumen de activos.
La planificación financiera y societaria deberá considerar esta obligación anual.
Para compañías con rápido crecimiento patrimonial, la revisión anual del SBU será determinante para saber si deben contratar un auditor inscrito ante la SCVS.
Beneficios de este nuevo esquema regulatorio
Además de facilitar la actualización anual del requisito, la medida contribuye a:
Mayor transparencia y confiabilidad en la información financiera.
Mejor toma de decisiones por parte de accionistas, socios e inversionistas.
Reducción de riesgos en procesos crediticios y fiduciarios.
Cumplimiento más riguroso de normas contables y societarias.
También fortalece la disciplina empresarial, pues contar con auditoría externa se traduce en mayor orden documental, mejores prácticas contables y una estructura de control interno más sólida.
Recomendaciones para empresas y profesionales contables
Para anticiparse a la obligación, las compañías deberían:
Evaluar anualmente el total de activos al cierre del ejercicio.
Comparar esta cifra con los valores vigentes calculados en función del SBU.
Contratar con anticipación a un auditor externo calificado si corresponde.
Preparar con orden la documentación financiera, contable y societaria.
Considerar los costos de auditoría dentro del presupuesto empresarial.
Un análisis preventivo evita contingencias, sanciones y retrasos al cumplir con la Superintendencia.
La actualización de los requisitos de auditoría externa marca un paso importante hacia un sistema regulatorio más dinámico y coherente con la realidad económica del país. Al basarse en el SBU, la obligación se vuelve más flexible y proporcional al tamaño de las empresas, fortaleciendo la transparencia y la supervisión societaria.
Para los empresarios, contadores y auditores, esta reforma exige una revisión cuidadosa del patrimonio empresarial cada año y una planificación responsable para garantizar el cumplimiento oportuno de esta obligación.
Fuente: Business Audit Consulting



