Cámara de Comercio de Guayaquil dice que cada hora del apagón le costó a Ecuador USD 12 millones
Varias provincias de Ecuador sufrieron un corte de luz que fue de entre tres y cinco horas, debido a una falla en la subestación Molino. La CCG denuncia pérdidas millonarias de la industria.
La Cámara de Comercio de Guayaquil (CCG) realizó un análisis del perjuicio económico que se generó en el Ecuador, debido al apagón de este 7 de septiembre de 2024. Según el organismo, cada hora le costó USD 12 millones al país.
“Cada hora sin suministro eléctrico le cuesta al país aproximadamente USD 12 millones”, inicia el comunicado emitido por la entidad. En este reporte, la CCG reitera que la falta de información agrava la situación.
El último corte de luz afectó a varias regiones del país y -dependiendo de cada sector- se extendió entre tres y cinco horas. El Operador Nacional de Electricidad (Cenace) explicó que el corte se dio debido a una falla en la barra de la subestación Molino.
A decir de la Cámara, los cortes generan consecuencias que van más allá de la suspensión de los servicios, pues generan daños en las maquinarias y equipos industriales de las grandes y pequeñas empresas.
“Los costos por la inactividad y la necesidad de sobretiempos para recuperar la producción generan paralización de las actividades y costos adicionales por esfuerzos para cumplir con los compromisos”, resaltan, respecto de lo que significa para el sector comercial afrontar los apagones.
Según la información que manejan, los apagones que se dieron a inicios de año -a causa del estiaje- generaron pérdidas que superaron los USD 1.440 millones, lo que debilitó aún más a la economía nacional.
“Pedimos a las autoridades que transparenten las causas de estos cortes y se establezcan protocolos de comunicación claros”, recomendaron.
El corte del suministro eléctrico sorprendió a los ecuatorianos que en abril pasado soportaron apagones programados de entre dos y trece horas diarias por zonas establecidas, debido a factores como la sequía o las abundantes lluvias que habían afectado aleatoriamente el funcionamiento de las principales centrales hidroeléctricas.
La planta Coca-Codo-Sinclaire, la más importante con una capacidad instalada de 1.500 megavatios, también fue afectada en abril pasado por los fuertes aguaceros y la gran sedimentación consecuente, que puso en peligro el sistema, según advirtieron entonces las autoridades.
Fuente: Primicias